Descripción:
Las perspectivas dominantes de la enseñanza e investigación en Administración se han caracterizado por desarrollar modelos y conceptos pretendidamente universales, con énfasis en un tratamiento matemático. Esta forma de elevar el nivel de abstracción se ha utilizado como un atajo metodológico hacia la legitimación científica. Durante mucho tiempo la investigación en Administración se ha centrado en aspectos técnicos y racionales, donde el positivismo ha sido la opción epistemológica más socorrida. La Administración, como campo disciplinario, se manifiesta en la difusión de métodos, técnicas y herramientas de gestión en forma prescriptiva para la solución de problemas, adoptando muchas veces la forma de principios generales de naturaleza universal. La formación de directivos conlleva también la transmisión de valores ideológicos sobre la superioridad de los mecanismos de mercado, la pertinencia de la competencia y la necesidad de la libertad empresarial como la única generadora de riqueza. Desde finales de la década de los ochentas una comunidad de investigadores y profesores se interesaron en cuestionar los fundamentos ontológicos, epistemológicos, axiológicos y profesionales de la Administración, conformando lo que ha sido identificado como los Estudios Críticos de la Administración. Esta deconstrucción de los fundamentos de la Administración consiste en una tarea crítica y analítica de la manera en que se han erigido los conceptos científicos y técnicos a partir de los procesos históricos que legitiman la institucionalización de la opresión en las organizaciones. Las posibilidades de comprensión de lo que está oculto atrás de la aparente neutralidad y racionalidad de los saberes y de las técnicas que maximizan los resultados en las organizaciones, permiten plantear alternativas teóricas y prácticas de las formas de investigación, enseñanza y práctica profesional de la Administración.