Descripción:
Los movimientos poblacionales son históricos en la humanidad, pero en los últimos dos siglos tienen características especiales. En la segunda mitad del siglo XIX y primera del siglo XX, los mercados de trabajo y las características económicas promovían la llegada de inmigrantes que, en general, debían tener ciertos rasgos educativos y hasta fenotípicos considerados positivos para los países de destino. En la segunda mitad del siglo XX, especialmente en sus últimos años y en el siglo XXI, el cierre de fronteras de los países ricos de destino se produce porque sus mercados de trabajo se ven notablemente disminuidos por las políticas neoliberales de desconcentración de la producción hacia países que permiten mayores rendimientos por el costo de la mano de obra y un conjunto de exenciones de todo tipo, potenciado también por la doctrina de la seguridad nacional ante los peligros de una población distinta a la que se rechaza y se teme. A esto se suma la manera en que el desplazamiento forzado, asociado con diversos tipos de violencias y el involucramiento de la delincuencia organizada, así como con los efectos del cambio climático o la guerra, adquiere protagonismo en los sistemas migratorios regionales y globales